Pócimas mágicas

Los perfumes mágicos tienen una doble misión, por un lado la de embriagarnos y por otro la de recordarnos por medio del olor, que tienen una intención mágica y que allá por donde vamos se imprime su intención. Puede utilizarse como fórmula atrayente del bueno amor, las buenas parejas... etc. Hay dos formas de hacer un perfume mágico, una rápida y otra profunda con un trabajo mejor acabado. La rápida consiste en utilizar nuestro perfume de preferencia, echar un poco de pócima universal e indicar con qué fin deseas que sea utilizado. La profunda requiere el uso de aceites esenciales puros y resinas. Cada una tiene una o varias intenciones mágicas y la combinación de éstas es todo un arte. Una vez encontrada la mezcla perfecta, se disuelve en un medio que puede ser, o bien sólido como una mezcla de aceite vegetal, preferiblemente almendras y cera de abeja o bien líquido que suele ser una mezcla de agua y alcohol con unas gotas de glicerina. Si te gusta la magia con plantas, q

Cuando encantamos una planta para hacer un ritual mágico, estamos apelando a su espíritu para que nos ayude a convocar la energía necesaria para atraer lo que deseamos. Se hace simplemente tocando las plantas que vamos a usar en nuestro ritual, pócima, filtro o sahumerio e indicándole cómo deseamos que trabaje imaginando que eso está ocurriendo y que nos hace feliz. Pero el encantamiento no es unidireccional de la planta al encantador sino que es importante que allá donde tomamos algo, dejemos algo para que la energía se complete. Ese algo que dejamos a cambio es amor. Recuerda que la energía no se transforma ni se destruye, sólo se convierte, así que debes convertir la energía recibida en amor hacia la planta. Debes amar la planta que trabaja para ti. Sólo así el ritual funcionará. Si te gusta encantar plantas, entonces te gustará encantar tus alimentos: Haz magia mientras cocinas